Imagina esta escena: estás en un almuerzo familiar, todos conversan animadamente y, de repente, notas que tu tío intenta sonreír, pero un lado de su cara se queda inmóvil. Al ofrecerle un vaso de agua, apenas logra sostenerlo con la mano. Cuando le preguntas si está bien, responde con palabras confusas que no logras entender. […]