El dolor por quemaduras es una de las experiencias más intensas, complejas y prolongadas en el manejo del trauma. En entornos tácticos, prolongados o sin acceso inmediato a cuidados definitivos, el manejo de dolor del paciente quemado es tanto un reto clínico como un imperativo humano.
Este blog desglosa las estrategias recomendadas por el Burn Care CPG 2025 del Joint Trauma System (JTS), enfocadas en entornos con recursos limitados y escenarios tácticos. Además, exploramos cómo estas habilidades se practican en los cursos de Prehospital Trauma Life Support (PHTLS) y Tactical Combat Casualty Care (TCCC) ofrecidos por ECCtrainings.
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¿Por qué es crítico el manejo del dolor en pacientes quemados?
El dolor por quemadura no es solo físico; impacta el sistema nervioso, la respiración, el estado mental y la evolución general del paciente. En el entorno prehospitalario o austero, el manejo de dolor del paciente quemado:
- Mejora la tolerancia al tratamiento (curaciones, transporte).
- Reduce la respuesta simpática (taquicardia, vasoconstricción).
- Disminuye el riesgo de estrés postraumático.
- Facilita el posicionamiento, monitoreo y transporte.
En ECCtrainings, entrenamos a los estudiantes para entender el dolor no como un síntoma, sino como un problema clínico primario que requiere intervención táctica e inmediata.
Evaluación del dolor en el entorno táctico
El CPG enfatiza que, aun sin escalas formales, el proveedor debe identificar signos de dolor:
- Agitación, aumento del tono muscular.
- Aceleración respiratoria.
- Quejidos, retorcimiento, defensa al contacto.
- Expresiones faciales o verbalizaciones claras.
En PHTLS y TCCC, enseñamos a usar escalas verbales simples y observacionales para tomar decisiones rápidas y ajustar analgesia durante el movimiento.
Opciones farmacológicas recomendadas
El JTS clasifica el manejo del dolor en tres niveles:
🔹 Dolor leve a moderado:
- Acetaminofén 1 g PO/IV cada 6-8 h
- Ibuprofeno 600 mg PO cada 6-8 h (si no hay contraindicación renal)
🔹 Dolor moderado a severo:
- Ketamina 0.1–0.3 mg/kg IV/IO en bolos repetidos
- ó ketamina 0.3–0.5 mg/kg IM/IN si no hay acceso IV
- Fentanilo transmucosal oral (OTFC) 800 mcg si está disponible
🔹 Dolor severo persistente:
- Ketamina en infusión IV continua (0.1–0.3 mg/kg/h)
- Morfina o hidromorfona si se dispone, bajo vigilancia
💡 En ECCtrainings, entrenamos cómo calcular dosis de ketamina en campo, administrar analgesia en movimiento y ajustar durante el cambio de entorno o fase de atención.
Administración práctica en el terreno
El CPG hace énfasis en la vía intranasal (IN) o oral transmucosal (OTFC) cuando no hay acceso IV, permitiendo analgesia segura y rápida.
💡 En nuestros cursos, practicamos:
- Preparación de jeringas con ketamina para dosis titradas.
- Uso de aplicadores nasales y monitoreo de respuesta.
- Estrategias para analgesia “en movimiento” durante extracciones tácticas o CASEVAC.
Control del dolor durante el cambio de apósitos
El cambio de apósitos puede causar picos de dolor intensos. El JTS recomienda:
- Administrar analgesia 15–30 minutos antes del procedimiento.
- Preferir ketamina por su efecto analgésico y disociativo.
- En situaciones prolongadas, considerar sedación ligera.
💡 En ECCtrainings simulamos escenarios con cuidado de heridas, aplicando analgesia antes de realizar vendajes o curaciones tácticas, fortaleciendo la anticipación del dolor.
Consideraciones especiales en entornos prolongados
Cuando se requiere Prolonged Field Care (PFC), el manejo de dolor del paciente quemado debe:
- Ser reevaluado cada 4 horas.
- Ajustarse según el nivel de dolor y signos vitales.
- Priorizar combinaciones de analgésicos no opioides para minimizar riesgos.
💡 Enseñamos estrategias de rotación de fármacos, manejo de efectos adversos y monitoreo clínico sin monitores (niveles de sedación, patrón respiratorio, respuesta verbal).
Sedación funcional y manejo dual de dolor + ansiedad
El CPG enfatiza que el manejo de dolor del paciente quemado incluye el control de ansiedad severa. Se recomienda:
- Midazolam 1–2 mg IV/IM/IN para ansiedad extrema (con monitorización)
- Ketamina IV/IM/IN como alternativa para analgesia + disociación
💡 En nuestros cursos, simulamos casos en los que el paciente entra en pánico, hiperventila o se niega al tratamiento. Los estudiantes deben decidir cuándo usar ketamina o midazolam y cómo preparar al paciente para procedimientos dolorosos.
¿Qué pasa si no hay medicamentos disponibles?
En situaciones de carencia total, el proveedor debe usar:
- Reasignación de prioridades (evitar procedimientos innecesarios).
- Técnicas no farmacológicas: envoltura, inmovilización, distracción.
- Control del entorno (luz, ruido, calor).
💡 Entrenamos el uso de vendajes funcionales que reducen dolor, reducción de estímulos externos, y contención verbal/psicológica en PHTLS y TCCC.
Documentación y evaluación continua
El CPG recomienda documentar:
- Fármaco, dosis, vía, hora.
- Nivel de dolor antes y después.
- Signos de efectos adversos o complicaciones.
💡 En ECCtrainings practicamos documentación táctica (MIST, 9-Line MEDEVAC) con inclusión de intervenciones analgésicas y respuesta del paciente en entornos realistas.
Conclusión
El manejo de dolor del paciente quemado en ambientes austeros no es secundario. Es central para la supervivencia, la recuperación y la dignidad del paciente. El nuevo Burn Care CPG 2025 nos entrega un marco práctico, adaptable y humano para intervenir en el campo.
Con los entrenamientos tácticos y clínicos de ECCtrainings, puedes convertir ese conocimiento en acción real.
Bibliografía
Joint Trauma System. (2025, June 10). Burn Care: Clinical Practice Guideline. U.S. Department of Defense.
🔗 https://jts.health.mil/assets/docs/cpgs/Burn_Care_CPG_10_June_2025_ID12.pdf
