La atención a pacientes críticos requiere una planificación del cuidado dinámica y colaborativa, que involucra un equipo multidisciplinario. Es esencial evaluar integralmente al paciente y su familia, establecer metas claras y prevenir complicaciones comunes. El apoyo psicosocial y la educación familiar son cruciales. La formación especializada mejora la calidad de la atención.