Según los expertos, una herida que afecte la arteria y la vena femoral a la misma vez puede provocar un sangrado severo que puede provocar la muerte en tan solo 3 minutos.
En este video se puede ver como una herida de una arteria sangra de forma pulsátil. El cuerpo humano es capaz de aumentar la frecuencia cardiaca para mantener un flujo adecuado de sangre a las demás partes del cuerpo.
También trata de provocar vasoconstricción para mantener la presión arterial.
Estos mecanismos de compensación permiten que se mantenga la perfusión normal por un tiempo.
Pero en este video se puede fácilmente apreciar que estos mecanismos de compensación no duran mucho. En poco tiempo se puede ver como la presión se va perdiendo.
Una vez se pierde la perfusión adecuada a los tejidos, las células dejan de producir energía. Si no hay energía en el cuerpo, las células mueren, los órganos dejan de funcionar y el paciente está destinado a morir.
La primera ayuda en esos primeros minutos es clave para que no ocurran pérdidas significativas.
La presión directa es capaz de controlar la mayoría de los sangrados mayores. Cuando un sangrado mayor no es controlable con presión directa, es necesario colocar un torniquete.
Aunque la presión directa puede detener el sangrado, el detener el sangrado de forma permanente puede requerir mantener la presión continua por varios minutos. En situaciones donde esto no es factible por la necesidad de continuar haciendo otras cosas, el torniquete puede ser útil.
Los torniquetes son útiles en las extremidades. Pero en la medida en que el sangrado se acerca a los puntos de unión con el torso, el torniquete deja de ser útil porque no hay forma de colocarlo más arriba de la herida.
En el curso de ECCtrainings de Prehospital Trauma Life Support (PHTLS) y Tactical Emergency Casualty Care (TECC) los participantes aprenden sobre el uso y practican cómo colocar un torniquete.
El control de un sagrado severo es una destreza fundamental que puede salvar la vida de una persona cerca de usted.